Stephen Hawking es uno de los científicos más radiantes de nuestra era. ¿Te gustaría saber por qué? ¡Te lo explicamos en profundidad en este artículo!
¿QUIÉN FUE STEPHEN HAWKING?
Stephen Hawking ha sido, posiblemente, el científico más brillante de la segunda mitad del pasado siglo XX.
Un personaje afable y carismático que se adentró en nuestros corazones por ser, su historia, un verdadero manual de superación.
A pesar de diagnosticarle con tan solo 21 años una enfermedad degenerativa que le reduciría drásticamente su esperanza de vida, supo resarcirse y dar lo mejor de sí mismo.
Luchó firmemente contra su enfermedad y por la igualdad de oportunidades en el ámbito laboral… y disfrutó una vida larga y plena. Nunca quiso que lo trataran de forma desigual ni con condescendencia.
Como el propio Hawking predicaba: “Mi cuerpo me limita, pero mi mente será siempre libre”. Gracias a su libertad intelectual, fue capaz de explorar los confines del Universo.
Si quieres descubrir la apasionante biografía del genio británico... ¡Te invito a que sigas leyendo!
FAMILIA E INFANCIA DE STEPHEN HAWKING
Stephen William Hawking nació en Oxford (Inglaterra) el 8 de enero de 1.942, exactamente 300 años después de la muerte del gran físico y astrónomo italiano Galileo Galilei.
Los primeros años de su infancia vinieron marcados por la cruenta 2ª Guerra Mundial (conflicto militar que se desarrolló entre 1.939 y 1.945).
Stephen fue el primero de los tres hijos de la familia Hawking; una familia descendiente de adinerados ingleses venidos a menos como consecuencia de la guerra.
Los padres de Hawking eran dos intelectuales con formación universitaria que supieron transmitir a sus hijos los gustos por la lectura, la cultura y la música clásica.
Su padre (Frank) fue un científico especializado en la rama de biología y, más concretamente, en enfermedades tropicales. Su brillante currículum le posibilitó ser catedrático en la prestigiosa Universidad de Oxford. Falleció en 1.986.
Su madre (Isobel Eileen) fue una escocesa sobresaliente que se abrió paso en la Universidad de Oxford en un momento en que pocas mujeres podían acceder a estudios universitarios. Se graduó en Ciencias Económicas, Política y Filosofía. Falleció a los 97 años en 2.013.
Aunque el joven Stephen era un niño imaginativo, elocuente y autodidacta… no fue especialmente brillante en el mundo académico.
Al igual que Albert Einstein, tardó muchísimo tiempo en aprender a leer, sus notas nunca fueron especialmente buenas y durante las explicaciones de clase se mostraba distraído y perezoso… esforzarse no era lo suyo.
Aun así, durante sus primeros años escolares el joven Hawking fue labrándose una personalidad muy peculiar: autoritario y arrogante a la par que divertido y cómico, convirtiéndose en una persona carismática tanto en su escuela como en el instituto.
PRIMEROS AÑOS DE HAWKING EN LA UNIVERSIDAD DE OXFORD
Desde bien pequeño y fruto de la influencia de sus padres, Stephen ansiaba ser científico y acceder a la Universidad de Oxford… aunque sus años perezosos conllevaron a notas mediocres.
Hawking tenía que demostrar su valía si quería ingresar en esta prestigiosa universidad, así que un último esfuerzo en sus estudios de Secundaria le otorgó el éxito y, finalmente, consiguió acceder a Oxford.
A los 17 años comenzó a estudiar Física y Química.
Su primer año en la universidad fue duro, aburrido y solitario… el joven Stephen aprobaba las asignaturas sin dificultad pero también si motivación. Realmente se encontraba decepcionado por la carrera que había decidido cursar ya que pensaba que se había equivocado al elegir la rama en sus estudios.
Y llegó el segundo año y todo cambió. Su personalidad sufrió un cambio brutal.
El joven Hawking se transformó en un personaje divertido, animado, optimista y alegre; hecho que lo convirtió en una persona muy popular por aquellos años entre sus colegas de Oxford.
Además, tomó la iniciativa de inscribirse y formar parte del equipo de remo de la universidad… le encantaba hacer de timón y controlar el barco.
En este segundo año universitario Hawking ya se mostraba como un alumno con mucho talento para la Física… aunque seguía siendo un estudiante muy perezoso y poco constante ya que se aburría en las clases por la falta de retos académicos. Definitivamente no estaba enamorado por aquel entonces de la Física.
En su tercer año universitario decidió especializarse en Física Teórica y, concretamente, en Cosmología.
Fue una decisión particular la de Stephen ya que en los años 60 se consideraba a la Cosmología como una pseudociencia.
Tan solo habían transcurrido 20 años desde que se había descubierto que hay más galaxias que la Vía Láctea y por aquellos años no se conocía ni el tamaño ni la edad aproximada del Universo ya que la “Teoría del Big Bang” no estaba aceptada dentro de la comunidad científica, además de los agujeros negros, las supernovas…
Ten en cuenta que los físicos más brillantes de la época se dedicaban al estudio de la Física de Partículas donde casi cada día se realizaban descubrimientos increíbles.
Pero Stephen, tuvo claro qué rama de la Física estudiar a pesar de las pocas probabilidades de éxito que le ofrecía la Cosmología y se graduó en Oxford.
DETECCIÓN DE SU ENFERMEDAD
Finalizada la carrera en Oxford, Hawking prosiguió con sus estudios de doctorado en Cosmología en la Universidad de Cambridge.
Al igual que en Oxford, su primer año en Cambridge fue un absoluto desastre... Antepuso ser popular al trabajo duro ¿qué raro en Hawking, verdad?
Los años perezosos de Stephen en Oxford le habían conllevado a tener una mediocre base en Matemáticas… hecho que le impedía entender, por ejemplo, la Teoría de la Relatividad General de Albert Einstein.
Así que Hawking se arremangó por primera vez en su vida y se puso a estudiar de verdad.
Entretanto, algo empezaba a sentir Stephen que se agravaba… sin saber por qué se sentía cada día más torpe, tropezaba, tenía dificultades para vestirse o atarse los zapatos e, incluso, le empezaba a costar hablar.
Una vez supieron de estas dificultades, sus padres decidieron llevarlo al médico para evaluarlo y detectar cuál era la causa del problema que venía en aumento durante los últimos meses.
La respuesta no fue la esperada y, tras realizarle pruebas médicas durante dos semanas, finalmente le comunicaron que sufría de esclerosis lateral amiotrófica (también conocida como ELA), una enfermedad degenerativa de las células nerviosas de la médula espinal y del cerebro que provoca la atrofia y pérdida de movilidad de los músculos.
Stephen tan solo tenía 21 años. Abandonó sus estudios, se encerró en casa de sus padres y cayó en una profunda depresión ya que veía que se le apagaba la vida.
RETORNO DE HAWKING A CAMBRIDGE
Al igual que el Ave Fénix, Hawking surgió de sus cenizas y entendió que si iba a vivir tan poco... ¿Por qué no iba a provechar el tiempo que le quedaba?
Y volvió a la universidad de Cambridge para proseguir sus estudios de Doctorado.
En esos momentos la enfermedad no le limitaba demasiado, podía caminar sin dificultad con la ayuda de un bastón, hablaba con normalidad y podía hacer las tareas cotidianas sin ningún tipo de dependencia.
Stephen se sentía único e invencible, recuperó las ganas de vivir y la alegría y, ahora más que nunca, se centró en sus estudios en Cosmología.
En 1.965 Stephen Hawking y Jane Wilde se casaron y, dos años más tarde, nació su primer hijo (Robert) y en 1.970, su hija Lucy.
TESIS DOCTORAL EXTRAORDINARIA
En aquellos años, Stephen conoció una novedosa teoría de Roger Penrose sobre una estrella moribunda en colapso que podría provocar la creación de un espacio de densidad infinita de materia y energía.
En otras palabras, Roger Penrose hablaba de los “agujeros negros”.
A Hawking le impactó esta novedosa teoría y entonces pensó:
“¿Y si yo rebobino esta historia de la formación del agujero negro por una estrella que colapsa? ¿Obtendría con ello una descripción del origen del Universo?”.
Y esa fue la brillante idea original de su tesis doctoral.
A la edad de 24 años y fruto de las investigaciones y de su trabajo frenético, presentó en 1.966 su tesis doctoral, la cual llevaba por título “Propiedades de los universos en expansión” y constaba de 134 páginas. Fue un verdadero éxito en su carrera.
Fue la recompensa de duros años de trabajo pero también de aceptación de la enfermedad que poco a poco iba mermando sus capacidades físicas.
Tras el éxito de su tesis, Hawking tenía ganas de seguir asombrando al mundo de la ciencia y, por tanto, se resistía a perder su independencia.
AVANCE IMPLACABLE DE LA ENFERMEDAD
Cada día que pasaba seguía avanzado su enfermedad degenerativa.
Cada vez le costaba más vestirse, ducharse, subir las escaleras o simplemente comunicarse… aunque Stephen se negaba rotundamente a que hicieran las cosas por él.
Fue un luchador nato que jamás se rindió.
Hawking aprovechaba para reflexionar sobre el Universo mientras realizaba tareas cotidianas como prepararse para irse a dormir ya que necesitaba muchísimo tiempo.
Así, una noche de noviembre de 1.970 y, mientras se preparaba para ir a dormir, Stephen tuvo una idea brillante mientras pensaba en los agujeros negros. Emocionado, esa noche no pudo dormir.
INVESTIGACIÓN DE LOS AGUJEROS NEGROS
Llegó a la conclusión de que los agujeros negros o bien pueden mantenerse o bien pueden aumentar en tamaño, sin embargo, no pueden disminuir.
¿Y cómo lo consiguió?
Aplicó a sus teorías la “Segunda Ley de la Termodinámica”, es decir, aquella que dice que la entropía (magnitud física que indica el grado de desorden molecular de un sistema) del Universo solamente puede aumentar.
De este modo, Hawking acababa de formular la Segunda Ley de los agujeros negros.
Así, aplicando la mecánica cuántica y relacionándola con la Teoría de la Relatividad General de Einstein pudo demostrar finalmente su hipótesis en 1.973… a la edad de 31 años.
A este impresionante hallazgo en el campo de la Física se le conoce como la Radiación de Hawking.
Fue la primera ley científica capaz de conectar la mecánica cuántica con la relatividad general. Un verdadero genio.
De manera increíble, Hawking había dado con una ley que permitía que los agujeros negros se desintegraran y había transformado la forma en que vemos los agujeros negros… ya que no eran tan negros porque también emitían luz.
A finales de la década de los 70, su enfermedad seguía avanzando. Hawking necesitaba una silla de ruedas para desplazarse y ya solo los más cercanos conseguían entenderle cuando hablaba.
En 1.978 su mujer, Jane, se quedó embarazada por tercera vez dando a luz a Timothy (el tercer hijo de la pareja) un año después.
Stephen recibió ese año una de los mayores honores de su vida al conseguir la cátedra lucasiana de Matemáticas por la Universidad de Cambridge… la misma cátedra que recibieron otros genios como Isaac Newton o Paul Dirac.
PÉRDIDA DE LA VOZ Y SU EQUALIZER
En 1.985 todo se torció definitivamente.
Sus condiciones físicas siguieron empeorando y Hawking contrajo una grave neumonía a lo largo de una visita al CERN (Ginebra, Suiza) .
Fue hospitalizado e intervenido quirúrgicamente mediante una traqueotomía… una operación que le dejó definitivamente sin voz y sin la posibilidad de comunicarse ya que no podía ni tan siquiera mover las manos como consecuencia del ELA.
Afortunadamente, la ciencia (su gran amor) acudió al rescate de Hawking.
Un ingeniero aeroespacial, Walter Woltosz, desarrolló un software expresamente para Stephen denominado “Equalizer”, el cual reproduciría su voz mediante un sintetizador dando lugar a la famosa voz robotizada de Hawking.
Con el tiempo, el software se perfeccionó y se le propuso a Hawking cambiar su voz metálica por una más humana... pero Stephen decidió mantenerla porque le encantaba.
LOS ÚLTIMOS AÑOS DE STEPHEN HAWKING
En 1.988 Stephen Hawking publicó un libro denominado “Breve historia del tiempo”.
Un “best seller” divulgativo de cosmología fácil de digerir y apto para todos los públicos que convirtió a Hawking en un icono mundial más allá del mundo académico de la Física.
Fue número 1 en ventas a nivel mundial durante más de 200 días consecutivos.
Fruto del éxito de su libro, Hawking comenzó una nueva vida, viajando de conferencia en conferencia por todo el mundo siendo la cara más reconocida dentro del mundo de la ciencia.
En 1.990, el matrimonio entre Stephen y Jane llegó a su fin.
Fue entonces cuando Stephen tuvo que contratar a un equipo de enfermeras para que se ocuparan de él las 24 horas del día ya que Hawking había perdido definitivamente su independencia física. Fue así como conoció a su segunda mujer, Elaine Mason con la que contraería matrimonio en 1.995.
En 2.006 se divorciaría de Elain tras un matrimonio tormentoso.
Finalmente, Stephen falleció a los 76 años el 14 de marzo de 2.018… curiosamente el mismo día en que nació el genio alemán Albert Einstein con 139 años de diferencia, como si ambos genios hubiesen estado conectados.
Tras darnos tanto, se nos fue muy recientemente este gran genio.
Quisiera compartir contigo una de sus últimas reflexiones, tanto por la belleza de sus palabras como por su trascendencia humana:
"Recuerda siempre mirar hacia las estrellas y no hacia abajo a tu pies. Intenta darle sentido a lo que ves y pregúntate sobre lo que hace que el Universo exista. Sé curioso. Aunque la vida parezca difícil, siempre habrá algo que puedas hacer y en lo que tener éxito. Es importante que no te rindas."
BIOGRAFÍA EN VÍDEO DE STEPHEN HAWKING

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"La mejor enseñanza es la que utiliza la menor cantidad de palabras necesarias para la tarea"
Maria Montessori